La estrecha relación entre religiosos y laicos en las
obras de nuestra Viceprovincia posiblemente presente un historial distinto al
de otras Demarcaciones, en función del ministerio escolapio que ofrecemos
prioritariamente en nuestras presencias a los dos lados de la “Línea”, la
frontera californiana entre los Estados Unidos de América (en Los Ángeles) y
México (en Tijuana, Ensenada y Mexicali, en la Baja California).
Nuestra
misión escolapia se centraliza principalmente en el servicio parroquial –seis
parroquias—y en el campo de la educación no formal, en ambientes decididamente
populares. Por lo mismo nuestra dedicación apostólica se lleva a cabo en íntima
y comprometida colaboración entre los religiosos y numerosos laicos que, a
través de los diversos ministerios pastorales y en plan eminentemente de
voluntariado nos ayudan en nuestra labor.
Todos
estos bautizados comprometidos en nuestra misión apostólica, poco a poco van
conociendo e identificándose con nuestro estilo escolapio, nuestro carisma,
aunque sea de un modo no siempre expreso, que va tomando mayor conciencia poco
a poco. Desde este punto de vista son muchos –cada vez más-- los laicos que
participan y colaboran en nuestra tarea evangelizadora y educativa, animados
por el mismo espíritu “calasancio” –cada vez más consciente-- que caracteriza
nuestras obras. De ello estamos muy satisfechos y agradecidos. 

Junto a
este “ejército” de colaboradores, nuestra Viceprovincia cuenta con dos grupos
de laicos que se sienten mucho más vinculados a la Escuela Pía y constituyen la
Fraternidad Escolapia de nuestra Viceprovincia.
Fue en
el año 2000 cuando, animados por las recomendaciones de nuestros Superiores y
Capítulos, iniciamos un camino nuevo invitando personalmente a un grupo de 50
personas -especialmente implicadas en nuestra misión apostólica, a nivel
parroquial o diocesano- a integrarse más viva y conscientemente en el carisma
escolapio. Fue en el mes de septiembre con ocasión de la visita de nuestro P.
Provincial, P. Andreu Trilla. En el patio de nuestra Parroquia de Santa Lucía,
los PP. Andreu Trilla, Salvador Riera y Antonio Tort les expusieron los
proyectos de la Orden, ofreciéndoles la oportunidad de una mayor participación
en el carisma que el Espíritu Santo ofreció a la Iglesia a través de José de
Calasanz.
A partir de su
respuesta afirmativa nació un grupo de 12-14 personas que, desde entonces se
han mantenido fieles hasta el día de hoy a las reuniones mensuales –actualmente
quincenales- de formación calasancia, eclesial, cristológica que el P. Antonio
Tort les ha ido ofreciendo. Al escoger un nombre para distinguirse eligieron el
del P. Joaquín Hereu, el escolapio que dio un gran impulso a la Escuela Pía
californiana, en Los Ángeles, fallecido 5 años antes. Fue –y sigue siendo- el
Grupo “P. Joaquín Hereu” de la Fraternidad de las Escuelas Pías.
Para este trabajo
formativo se siguió, al principio, el programa “Itinerario de Espiritualidad
Calasancia” del P. Miguel Ángel Asiain, con sus tres carpetas: “Un camino de
maduración humana”, “Un camino de vivencia cristiana” y “Un camino de discipulado Calasancio”.
Posteriormente estudiamos las Exhortaciones Apostólicas “Christifideles Laici”
(“Los fieles laicos”) y “Dies Domini” (sobre el valor profundo del domingo). Más tarde, tomamos
para clarificación de nuestra Fe, el libro de Luis González-Carvajal “Ésta es
nuestra Fe. Teología para universitarios”. Actualmente trabajamos el texto de
José Antonio Pagola “Jesús. Aproximación histórica”.
En agosto del año
2005, en la celebración litúrgica de la festividad de San José de Calasanz,
decidimos hacer público un compromiso de seguir por el camino emprendido del
conocimiento e imitación de Calasanz, de contribuir en lo posible, a las obras
educativas de la Viceprovincia, y, desde entonces, nos hemos sentido
estrechamente vinculados a los religiosos escolapios en todos sus proyectos.
Animados por los
mismos miembros del Grupo “P. Joaquín Hereu”, en septiembre del año 2004,
también aprovechando la oportunidad de la visita de nuestro P. Provincial, en
este caso, el P. Jaume Pallarolas, repetimos la convocatoria invitando a otras
personas que desearan vivir la experiencia de acercamiento al carisma
calasancio. De esta segunda oportunidad nació otro grupo de la Fraternidad de
las Escuelas Pías, que escogió como nombre Grupo “San José de Calasanz”. El
proceso de formación ha seguido prácticamente el modelo del grupo anterior.
El año 2008 la
mayoría de este grupo tuvo la oportunidad de peregrinar a los lugares
calasancios de España e Italia, tuvieron el gozo de formular su compromiso como
miembros de la Fraternidad en la Iglesia de San Pantaleón, en Roma, ante los
restos de San José de Calasanz, en la Concelebración Eucarística presidida por
el P. Diego Bernal, Asistente General. Este compromiso “oficial” de los
miembros de ambos grupos –actualmente 23 personas-- se renueva anualmente en la
festividad de San José de Calasanz.
Aunque ambos
grupos siguen un calendario distinto de reuniones, -ahora todas quincenales-,
al menos se encuentran en las cercanías de Navidad y al finalizar el curso, en
una Eucaristía compartida y también una cena de carácter fraternal, con los
religiosos de la comunidad.
Hemos tenido
también Jornadas de Retiros, reunidos los dos Grupos, destinados al estudio de
los documentos remitidos por la Congregación General o por el Secretariado
General de Misión Compartida o destinados a la evaluación de nuestra
andadura.
Lo cierto es que, entre las numerosas personas que
colaboran en nuestras tareas pastorales y educativas, se destacan los miembros
de la Fraternidad Escolapia por su cercanía y servicio generoso en la misión
escolapia al mayor incremento de la piedad y utilidad del próximo.
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